Mejora de la erección
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A veces la disfunción eréctil puede corregirse, como venimos diciendo, con unos simples cambios en el estilo de vida. Ya sabemos que cambiar de estilo de vida no es sencillo, pero es altamente recomendable tanto para la salud sexual como para la salud en general. En primer lugar, conviene prestar atención a los medicamentos que tomamos. Algunos de ellos pueden afectar negativamente a la calidad de nuestra erección, especialmente aquellos que contienen pseudoefedrina.
Si eres fumador, el tabaco también es algo que tienes que eliminar de tu estilo de vida, no ya solo por lo perjudicial que es para la salud general, sino porque se sabe de la relación directa entre el tabaquismo y la disfunción eréctil. Y lo mismo se puede aplicar al consumo de alcohol.
Otra causa perfectamente documentada es el estrés laboral. Por ello es recomendable tomarlo con calma en la medida de lo posible. Y quienes padecen estrés laboral tienden a hacer poco ejercicio y no dormir lo necesario, las dos siguientes causas probables de disfunción eréctil.
Dormir menos de 6 horas disminuye los niveles de testosterona, y la capacidad de regulación de hormonas cerebrales como la serotonina y dopamina, directamente relacionadas con la calidad de la erección.
En cuanto al ejercicio físico, estudios han demostrado que, tras ocho semanas de ejercicio intenso, la gran mayoría de los hombres ve un incremento en la calidad de sus erecciones.
Prolongación de la erección
Una cosa es mejorar la calidad de la erección y otra bien distinta prolongarla. Normalmente una erección de baja calidad siempre irá unida a una corta duración de la misma por lo que son síntomas que bien pueden tratarse como uno solo.
Una erección demasiado corta puede deberse a una líbido baja, flujo sanguíneo insuficiente o eyaculación precoz. Conseguir una mejora en este campo también es posible gracias a un estilo de vida saludable que puede combinarse con ejercicios específicos. En primer lugar, asume que has de decir adiós a los alimentos ricos en grasas ya que las soluciones naturales apuestan directamente por una mejora del flujo cardiovascular.
Si combinamos esto con ejercicios específicos, es muy probable que al fin logres esas erecciones firmes y duraderas que tanto tiempo has echado de menos. Nosotros te recomendamos seguir una rutina de unos 30 minutos de ejercicios que incluya un entrenamiento del suelo pélvico, un poco de cardio (correr, saltar a la comba) y un poco de levantamiento de peso.
Los ejercicios del suelo pélvico se centran en el músculo pubocoxígeo, situado entre el ano y los testículos y se denominan ejercicios Kegel. Ejercitarlo mejora la circulación sanguínea en la zona de la pelvis con lo que esto supone para la calidad y duración de la erección.
Retraso de la eyaculación
La eyaculación precoz es otro de los problemas de salud masculina más comunes y frustrantes. Y es que a ningún hombre le gusta dejar a su pareja a medias durante el acto sexual.
Al igual que los problemas en la calidad de la erección, la eyaculación precoz puede deberse a un estilo de vida poco saludable, pero también intervienen factores psicológicos o la simple falta de hábito sexual.
De modo que para trabajar de forma completa en este problema lo primero que se ha de hacer es eliminar los alimentos grasos de nuestra dieta (ya vais viendo hasta qué punto está ligada a la salud sexual con la general).
Por el contrario, alimentos como la sandía, el ginseng, el azafrán o la avena pueden influir de forma positiva en un retraso de la eyaculación.
Algo que también puede ayudar son los ejercicios concretos. Y sí, hablamos de ejercitar el pene. Conviene masturbarse con frecuencia, cronometrando la duración de la sesión e identificando las diferentes fases de excitación por las que se pasamos. Se trata de aprender a alargar el momento de excitación previo a la eyaculación en el que el pene está completamente erecto y sólido. Realizar ejercicios Kegel también ayudará a retrasar la eyaculación.
Aumentar la testosterona
La testosterona juega un importante papel en factores sexuales tales como la erección o el deseo sexual, pero también en la densidad ósea, la concentración, la memoria y los niveles de glóbulos rojos.
De modo que tratarse en lo referente a esta hormona no solo mejorará nuestra salud sexual, sino que también mejorará nuestra salud general.
Para lograr mantener unos niveles adecuados de testosterona también se aconseja mantener un estilo de vida saludable. En primer lugar, hablando de la dieta, hay que evitar los azúcares y las grasas saturadas. En su lugar hemos de adoptar una dieta rica en fruta y verduras. Los alimentos más destacados en la producción de testosterona son las ostras, el ajo, los huevos y el brócoli. Los alimentos ricos en zinc, como la leche, el queso crudo o el yogur también te van a ayudar a aumentar los niveles de testosterona.
Siguiendo todo lo ya dicho anteriormente, reducir el estrés o realizar ejercicio físico de alta intensidad son factores que influyen directamente en un aumento de la producción de esta hormona. Y, naturalmente, está el erotismo. Una erección también aumenta el nivel de testosterona.
Aumentar la libido
La falta de libido es otro problema recurrente en la salud sexual, tanto masculina como femenina. La ausencia de deseo sexual puede deberse tanto a factores biológicos como psicológicos.
Para tratar los factores psicológicos no hay nada como acudir al médico y recibir el tratamiento adecuado. En cambio, los factores biológicos pueden tratarse con ciertos cambios en la alimentación ya que la actividad sexual se regula por medio de hormonas sexuales que se sintetizan en nuestro organismo a través de los alimentos que ingerimos.
Si no comemos adecuadamente, disminuye la concentración de estas hormonas sexuales dando lugar a esta falta de libido. Los alimentos que te ayudarán a mantener una concentración adecuada de hormonas sexuales en el organismo son los siguientes:
- Fresas y frambuesas: son ricas en zinc, que ayuda a mantener un alto nivel de deseo sexual.
- Frutos secos: Ricos en zinc y magnesio.
- Aguacate: Este alimento es rico en vitamina E, conocida como la vitamina del sexo.
- Sandía: Ya la hemos mencionado antes. Contiene arginina, que relaja los vasos sanguíneos.
- Ginseng: relaja el músculo liso cavernoso, mejora la calidad de la erección y aumenta el flujo sanguíneo.
- Maca: Mejora la vitalidad y el deseo.
- Azafrán: Contiene crocina, capaz de aumentar el deseo sexual y combatir la disfunción eréctil.
- Ostras: Son un alimento con alto contenido en zinc.
Alargamiento del pene
A la hora de plantear si el tamaño de nuestro pene es adecuado, hay que tener en cuenta la diferencia entre el estado de flacidez o de erección. Muchos hombres creen, erróneamente, que un pene pequeño en estado de flacidez es un pene pequeño. Sin embargo, puede que sea igual de grande o mayor en estado de erección que un pene que pueda parecer enorme en estado de flacidez. Dicho esto, las opciones para alargar el pene de forma fiable son escasas.
Naturalmente, existen los extensores de pene, con los que se puede lograr un aumento de hasta dos centímetros en la longitud del mismo, pero su uso es extremadamente molesto y conlleva una dedicación diaria de muchas horas. La siguiente opción sería la cirugía plástica. En este sentido, lo mejor es consultar a un especialista antes de tomar ningún riesgo. Toda operación conlleva riesgos inherentes y tu problema de tamaño bien podría ser tan solo un problema de percepción y no una falta de tamaño real.
Andropausia
La andropausia es el equivalente masculino de la menopausia femenina. Esta se debe a un descenso en los niveles de testosterona que es producido de forma natural a partir de los 50 años, aunque hay factores como el estrés o la obesidad que pueden provocar su aparición en edades más tempranas. Sus síntomas son múltiples:
- Menor deseo sexual y problemas de erección.
- Cambios bruscos de humor.
- Cansancio y fatiga.
- Disminución de la memoria y del rendimiento intelectual.
- Pérdida de fuerza y masa muscular.
- Problemas dermatológicos y pérdida de vello corporal.
- Pérdida de masa ósea que deriva en osteopenia y osteoporosis.
- Problemas circulatorios.
- Cambios corporales debidos al aumento de peso y redistribución de la grasa corporal.
Los tratamientos indicados para la andropausia consisten en la administración de testosterona. Esto ha de realizarse siempre bajo supervisión médica, ya que las contraindicaciones podrían ser peligrosas. La testosterona puede administrarse tanto por vía intramuscular como por medio de geles o parches. Todo dependerá de lo que tu médico considere que resultará más beneficioso. También has de ser consciente de que el tratamiento tiene que acompañarse de la adopción de un estilo de vida más saludable. Como ya venimos insistiendo, la salud general y la sexual están directamente relacionadas.
Engrosamiento del pene
Al igual que sucede con la longitud del pene, hay muchos hombres que viven preocupados por el grosor de su miembro. Antes de nada, hay que decir que muchas veces estos problemas se deben a la autopercepción del órgano sexual, probablemente deformada por la influencia de la pornografía.
La mayor parte de los hombres que acuden al médico para consultar este tipo de problemas realmente no los tienen, sino que simplemente están acomplejados por haber adquirido unos estándares que no son los correctos. Para quienes realmente sí pueden tener un problema con el grosor de su pene, la única opción viable es la cirugía. Para ello se extraerá grasa sobrante de otra parte del cuerpo y se injertará en el pene. Se trata de una técnica muy segura pero que aún no es fiable al cien por cien. Por ello te recomendamos plantearte hasta qué punto puedes necesitar este tipo de intervención quirúrgica y que, por supuesto, te pongas en manos de un buen profesional que te aconseje debidamente.